lunes, 11 de mayo de 2009

Oliver Law

Chamábanlles os “Lincolns”, polo batallón “Abraham Lincoln”, os Washingtons, polo “George Washington”. Eran os norteamericanos que formaban parte dos Voluntarios Internacionais da Liberdade reclutados por todo o mundo para loitar na defensa da República: polacos, checos, alemáns, italianos, ingleses, franceses,... e que interviron ao lado do exército da República nas batallas de Jarama, Brunete, Teruel e na derrota final do Ebro.
Deles decía Herbert Matthews, o periodista do New York Times que cubriu a guerra de España, que aprenderan a loitar antes que a desfilar. O seu último desfile foi no outono de 1838, nas rúas de Barcelona, despois de que o presidente de goberno, Juan Negrín, ordenase a súa retirada.

En Madrid era habitual atopar a moitos dos norteamericanos das Brigadas Internacionais no Hotel Florida, bebendo e confraternizando con Ernest Hemmingway ou con John Dos Passos, que daquela adicábanse a escribir na prensa sobre a guerra de España.

Un daqueles voluntarios era Oliver Law.

“Brunete, verano de 1937: en plena batalla, un balazo parte el pecho de Oliver Law.
Oliver era negro y rojo y obrero. Desde Chicago, se había venido a pelear por la república española, en las filas de la Brigada Lincoln.
En la brigada, los negros no integran un regimiento aparte. Por vez primera en la historia de los Estados Unidos, blancos y negros están mezclados. Y por primera vez en la historia de los Estados Unidos, soldados blancos han obedecido las órdenes de un comandante negro.
Un comandante raro: Cuando Oliver Law daba orden de ataque, no contemplaba a sus hombres con prismáticos, sino que se lanzaba a la pelea antes que ellos.
Pero raros son, al fin y al cabo, todos estos voluntarios de las brigadas internacionales, que no combaten por ganar batallas, ni por conquistar territorios, ni por capturar pozos de petróleo.
A veces, Oliver se preguntaba:
-Si esta es una guerra entre blancos, y los blancos nos han esclavizado durante siglos, ¿qué hago yo aquí? ¿Qué hago yo, un negro, aquí?
Y se contestaba:
-Hay que barrer a los fascistas.
Y riendo agregaba, como sifuera un chiste:
-Algunos de nosotros tendrán que morir haciendo este trabajo”.

Eduardo Galeano, Espejos

Algúns dos seus compatriotas supervivintes, que tamen pasaron polos de campos de batalla na Segunda Guerra Mundial, foron perseguidos a mediados dos anos cincuenta durante A "caza de bruxas" patrocinada polo senador McCarthy.


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